El profesor y arquitecto Luis Ferré, en colaboración con el Grupo de Investigación de Materiales y Sistemas Constructivos de la Edificación de la Universidad de Alicante, desarrollan un innovador sistema de construcción que no precisa de estructura ni soportes para edificar, emplea materiales de bajo coste y no requiere mano de obra cualificada. Una tecnología novedosa que ha sido patentada por la Universidad de Alicante y cuyas características despiertan un prometedor interés de aplicación científico-tecnológica para la cooperación al desarrollo.

Os presentamos el proyecto de la mano del Dr. Luis Ferré, profesor de la Universidad de Alicante (UA) y responsable de la investigación desarrollada durante años que ha dado como resultado este innovador sistema de construcción.

El sistema de construcción:

Se trata de una solución arquitectónica generada por cuatro piezas básicas que conforman un puzzle de arcos circulares y que sirven para edificar viviendas respetuosas con el medio ambiente, baratas y, además, que no requieren mano de obra altamente cualificada.

El sistema utiliza una combinación de arcos que se encajan mediante bloques de diferentes tipos, dando estabilidad a la estructura mientras esta se levanta, permitiendo salvar distancias de hasta seis metros entre los extremos del arco. Los arcos se inician apoyándose contra el muro mediante la combinación de un bloque dovela (si es un arco impar) o un bloque media dovela (si es un arco par) con un bloque que se coloca en los extremos y sirve como apoyo. Una vez construido el primer arco, el resto de arcos encajan con los anteriores, manteniendo la estructura sin necesidad de utilizar otra que sustente el conjunto.

Para aparejar estos bloques entre sí, es necesario un mortero de yeso, que se endurezca con rapidez y mantenga las piezas en su posición. Una vez que la bóveda está terminada se aplica una capa de gravilla impermeable de material poliuretano.

El profesor Ferré explica que este innovador sistema constructivo no hace más que recuperar el diseño que utilizaban antiguas civilizaciones como las asentadas en Mesopotamia o Persia, es por tanto, un “procedimiento histórico para el siglo XXI”. Este tipo de construcciones también se ha utilizado durante años en regiones españolas como Cataluña o Extremadura.

Este arquitecto señala además que su propuesta da respuestas a los problemas del presente : un menor coste tanto de los materiales como de la mano de obra sin perder la calidad de una vivienda que tiene tanto aislamiento térmico como acústico. Así, estima que este sistema permite un ahorro del 40% con respecto al resto de construcciones tradicionales.

Las viviendas o locales están diseñadas a partir del procedimiento anteriormente descrito pero se pueden llevar a cabo con diferentes materiales, el primero se basa principalmente en materiales cerámicos o de hormigón, mientras que el segundo precisa de materiales cerámicos biodegradables, que permiten una mejora del aislamiento y un mayor rendimiento general en la construcción de las bóvedas, además de ser un material biodegradable y ecológico.

Las piezas

El sistema de construcción presentado consta de cuatro piezas básicas, ladrillos que no pesan más de tres kilos y que se encajan unos con otros mediante un pegamento similar al que se utiliza en las actuales construcciones. De esta manera, los operarios pueden trasladar y levantar las piezas con facilidad. Para su fabricación se pueden utilizar moldes de silicona confinados en una carcasa de poliéster. La construcción se puede realizar, debido a las proporciones de la misma, por tan sólo dos obreros. El único contratiempo que presenta el sistema radica en el tiempo de duración de la obra, ya que al ser pocos los operarios que se necesitan, el tiempo depende de la capacidad de trabajo de estos.

Sin embargo, en cuanto la vivienda o local está acabada puede estar lista en tan sólo dos días para ser habitada.

Aplicaciones

La construcción en principio está diseñada para edificar viviendas o locales de seis metros de ancho como máximo y para levantar edificaciones de una sola planta, aunque aplicando unos pequeños cambios también se puede adaptar a urbanizaciones y edificios de varias plantas. Las propias características de este sistema hacen que estas construcciones sean ideales para países en vías de desarrollo o zonas que han sufrido catástrofes naturales y deben reconstruir sus ciudades. Sin embargo, también se pueden utilizar en países europeos, en España, y en concreto en la provincia de Alicante, por ejemplo, podrían dar solución al conflicto de los barracones.

El profesor Ferré subraya que el sistema se aplica a zonas donde no hay viviendas, pero que, en el caso de Lorca, por ejemplo, se podría utilizar en los terrenos de la ciudad que se han quedado llanos.

Desarrollo y transferencia de tecnología:

El innovador sistema de construcción que ha impulsado el profesor Luis Ferré ya se encuentra en pruebas del laboratorio en la UA. Dada la facilidad del propio sistema y el bajo coste de los materiales que se emplea, así como la mano de obra que se precisa, sin una alta cualificación, diversas empresas ya se han interesado en este proyecto para llevarlo a cabo en países en desarrollo con severas crisis económicas. El primer contacto con el también arquitecto Ferré fue por parte de una ONG que presta ayuda a Etiopía y que, a través del Ejecutivo central, pretendían construir un hospital que finalmente no se llevó a cabo por el cambio de gobierno en ese país.

Por otro lado, un grupo de promotores de Madrid también se puso en contacto con el profesor de la Universidad para llevar este sistema constructivo a Angola, donde previsiblemente se edificarán viviendas sociales. El profesor recuerda que este sistema está abierto tanto para países con dificultades, económicas o sociales, como también para España y el resto de Europa.

Fuente: PARANINFO, Diario Información

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