El Proyecto ALERTA es una iniciativa pionera de cooperación transfronteriza que pretende desarrollar un sistema colaborativo de vigilancia competitiva en agencias de desarrollo regional de España, Portugal y Francia, para mejorar su articulación en red y los servicios prestados a sus empresas. Los resultados del proyecto aproximan la vigilancia tecnológica a las empresas y proporcionan herramientas para su libre utilización, al ser producidas y distribuidas con licencias creative commons.

El Instituto Gallego de Promoción Económica, IGAPE, es la entidad coordinadora del proyecto. Como agencia de desarrollo económico de Galicia (España), adscrita a la Consellería de Economía e Industria, tiene como misión apoyar todas las actividades que contribuyan a mejorar el sistema productivo gallego, facilitando los procesos de creación, consolidación y crecimiento empresarial. Hablamos con Javier Aguilera Navarro, Director General del IGAPE, para conocer en detalle esta innovadora iniciativa.

P: ¿Cómo surge la idea de emprender el Proyecto ALERTA desde IGAPE?

R: En 2011, el Consejo de Dirección, el máximo órgano directivo del IGAPE, encarga a los directivos del ente público las denominadas “funciones regenerativas” que consisten en el desarrollo de nuevos productos y servicios de valor y el empleo de nuevas fuentes de ayudas europeas y nacionales. Para dar soporte a estas funciones regenerativas se crea una unidad de vigilancia competitiva en la estructura organizativa del Instituto. Posteriormente, con la disponibilidad de unos fondos FSE del programa operativo Galicia 2007-2013 orientados a la creación de redes y a la colaboración con otras regiones europeas, encontramos el marco financiero adecuado para extender el concepto de vigilancia tecnológica a otras agencias de desarrollo regional y aprovechar sinergias de la colaboración con éstas. Ese es el origen del proyecto.

P: ¿Quiénes participan en el Proyecto ALERTA?

R: Se trata de una iniciativa de cooperación transfronteriza en la que participan agencias de desarrollo regional de tres países: España, Portugal y Francia. El equipo está liderado por IGAPE, y formado por:


P: ¿En qué consiste esta iniciativa?

R: El Proyecto ALERTA es una innovadora iniciativa que pretende desarrollar un sistema colaborativo de vigilancia competitiva en las agencias de desarrollo regional participantes en el proyecto. Pretende construir entre todas redes de intercambio de información, experiencias, resultados y buenas prácticas y plataformas de experimentación para el desarrollo conjunto de servicios, metodologías, herramientas y productos que fomenten el aprendizaje mutuo sobre nuevos enfoques y modelos de gestión de estas prácticas.

P: En este sentido, ¿qué actividades han desarrollado los técnicos de las Agencias para comenzar a construir la base de esta red para la vigilancia tecnológica?

R: Las actividades del proyecto se desarrollan según una estructura y calendario pactados con los socios y consisten, básicamente, en el desarrollo de software y la elaboración de contenidos relacionados con la vigilancia competitiva. En la actualidad, ya ha sido liberado para distribución libre uno de los principales resultados previstos en el proyecto; se trata de una adaptación particularizada de la plataforma documental SharePoint para ser empleada como soporte de la vigilancia competitiva en una organización. Esta adaptación está disponible para descarga en el sitio web del proyecto, en la URL http://alerta.igape.es/es/resultados/software/descargables

Para el tercer trimestre de 2014 está prevista la liberación de una plataforma similar desarrollada enteramente bajo software libre, a partir de la plataforma de vigilancia tecnológica colaborativa HONTZA. Las previsiones de ejecución en la actualidad apuntan a que será probable anticipar esta fecha prevista de disponibilidad.

P: ¿Cómo se pueden beneficiar las empresas? ¿cuáles son las principales utilidades que, desde vuestra experiencia, consideráis que la vigilancia tecnológica puede aportar a la competitividad de éstas?:

R: Los resultados del proyecto son de libre utilización por parte de cualquier tipo de empresa o entidad, puesto que se producen y distribuyen con licencias de propiedad intelectual libres y gratuitas, como las licencias creative commons.. Sin embargo, es utópico pensar que la mayoría de las pymes sean capaces de desarrollar sistemas de monitorización de su entorno, aún contando con estas herramientas de bajo coste.

En este sentido, la propuesta del proyecto es apoyar el desarrollo de servicios de soporte a estas pymes, a partir de los resultados que ofrezca la red colaborativa que se pretende desarrollar. Es decir, se trata de darles a las pymes y a las empresas que les prestan servicios a éstas, información muy elaborada, directamente válida para la toma de decisiones; lo cual sólo es posible realizar a bajo coste con la implicación de muchos agentes.

P: ¿Qué experiencia tenía IGAPE, antes de emprender este proyecto, en vigilancia tecnológica?

R: Prácticamente no teníamos ninguna experiencia en vigilancia tecnológica. Conocíamos el concepto de vigilancia tecnológica desde una perspectiva teórica y habíamos financiado algunos proyectos realizados en Galicia con distintos niveles de efectividad, pero no se había considerado nunca como una necesidad interna. El proyecto y, dentro de él, la financiación europea, nos ha permitido desarrollar experiencias con altos niveles de satisfacción que difícilmente hubiésemos alcanzado con recursos propios.

P: ¿Cuáles han sido los principales beneficios que, en vuestra opinión, os ha aportado esta apuesta colaborativa por la vigilancia tecnológica?

R: El principal motivo de interés es que los directivos del Instituto perciben que esa función regenerativa que en 2011 veían como un objetivo deseable, pero lejano, es mucho más rápida y cercana a la realidad de lo que, inicialmente, pensaban, puesto que el sistema les proporciona tanto teorías como evidencias prácticas de sus aplicaciones al desarrollo económico. Ahora, pueden obtener respuestas rápidas y precisas a sus preguntas, tanto estratégicas como operativas. Como ejemplos se pueden citar la identificación de los principales déficits en el acceso de las pymes a la financiación bancaria, que ha servido para diseñar varios nuevos productos que lanzaremos en breve y la evaluación continua de los factores que influyen en las decisiones de localización empresarial, que han sufrido cambios cualitativos importantes en los últimos años, a consecuencia del incremento de los precios de las materias primas y del descenso de los costes energéticos en Estados Unidos.

P: ¿Cuáles han sido las principales ventajas de trabajar en red en este tema entre las agencias de desarrollo regional participantes?

R: La vigilancia tecnológica y, en particular, la vigilancia competitiva que desarrolla el proyecto es algo absolutamente novedoso en las prácticas internas de las agencias de desarrollo regional. El trabajo en red y el contraste de modelos, opiniones y teorías con otras personas que tienen que enfrentarse a los mismos retos en otras organizaciones distintas, proporciona una relativa tranquilidad y confirma que los caminos que estamos abriendo serán transitables en el futuro, aunque, en ocasiones, tengamos que variar el trazado inicialmente previsto.

P: ¿Cuál ha sido la respuesta del personal de las Agencias que ha participado en este proyecto?

R: Al principio, eran escépticos; nunca habían participado en un proyecto con un objetivo tan claro de intercambio de información. Con el paso del tiempo y la experiencia adquirida van comprendiendo las ventajas que se obtienen de la colaboración y el extraordinario desarrollo que podría adquirir nuestro sistema productivo si construimos un sistema capaz de anticipar cambios y tendencias en los mercados.

P: ¿Cuál es su visión sobre los sistemas de vigilancia tecnológica actuales y su capacidad de dar respuesta a las necesidades de las empresas?

R: La vigilancia tecnológica y competitiva es una necesidad para todo tipo de empresas y organizaciones de cualquier tamaño y, de hecho, todas la realizan, aunque no sepan denominarla como tal. Ocurre, sin embargo, que la tecnología con la que hoy se realiza vigilancia competitiva tiene poco que ver con la existente hace 5 años y nada con la que existía hace 20 años, con lo cual su capacidad para dar respuesta a las necesidades de las empresas también ha cambiado de forma radical.

La vigilancia no es un concepto nuevo; el general romano Mario pudo detener la amenaza germana después del desastre de la batalla de Arausio gracias al conocimiento aportado por los agentes enviados a infiltrarse en las filas bárbaras; la escuela de Porter desarrolló los postulados teóricos de la vigilancia como soporte de la estrategia empresarial a partir de los años 80; pero la velocidad de análisis y el volumen de información a analizar nunca habían llegado a niveles semejantes a los actuales; con lo cual sus consecuencias e implicaciones empresariales tampoco. La capacidad de las organizaciones para analizar e interpretar la información a su disposición va a determinar, en gran medida, su capacidad competitiva a futuro y las agencias de desarrollo regional deben jugar un papel relevante en la extensión de estas capacidades.

P: Para finalizar, ¿qué retos de futuro se plantea IGAPE a partir de esta experiencia?

R: Dentro del propio proyecto nos planteamos un reto que, aunque sabemos que no es fácil de alcanzar en su totalidad si nos motiva, y era el desarrollo de una norma española UNE que, de forma complementaria, a la ya existente UNE 166006, encargada de definir los requisitos del sistema de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva en las organizaciones, pudiese definir los estándares informáticos que permitan el intercambio de información en todas las fases del proceso de vigilancia. Estamos dando pasos en esta dirección, por ejemplo, con la construcción de la red de plataformas de vigilancia tecnológica en código abierto, basada en HONTZA, y su implementación en las diferentes Agencias de Desarrollo Regional que participan en Alerta. Esto pretende facilitar un entorno para la colaboración y el intercambio de recursos informativos entre los técnicos, un reto sin duda ambicioso en este marco.

Por último, la finalización del proyecto no implicará que IGAPE se olvide de este reto. Hay que destacar que la norma UNE 166006 es única a nivel mundial y no existen equivalentes en otros sistemas de normalización distintos al español; con lo cual su desarrollo y extensión, sobre todo en el aspecto de normalización informática, pueden suponer que España y, más en concreto, Galicia, se posicionen a nivel internacional como una referencia de primer nivel mundial en vigilancia e inteligencia competitiva.

Más información: Proyecto ALERTA

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