La ciencia abierta emerge como tendencia para transformar la manera de investigar, desde la producción científica hasta la relación con la sociedad. Redes internacionales como OCSDNet impulsan proyectos pioneros para involucrar a los ciudadanos en ciencia y tecnología desde el reconocimiento de la pluralidad de saberes y la colaboración con actores del territorio. Nos acercamos al proyecto “Mejora de la capacidad adaptativa en dos Bosques Modelo de América Latina a través de Ciencia Abierta y Colaborativa”, que explora la problemática del cambio climático desde una perspectiva ciudadana en dos Bosques Modelo de América Latina (Reventazón en Costa Rica y Risaralda en Colombia) para descubrir las claves actuales del desarrollo de la ciencia abierta y participativa.

Para ello, hablamos con Josique Lorenzo Lemire, antropóloga especializada en desarrollo sostenible y coordinadora principal del proyecto desde el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) de Costa Rica.

P: ¿En qué consiste el proyecto Ciencia Abierta y Colaborativa para el Desarrollo que estáis desarrollando?

El proyecto Ciencia Abierta y Colaborativa para el Desarrollo promueve la ciencia abierta y colaborativa en dos Bosques Modelo de América Latina, Reventazón en Costa Rica y Risaralda en Colombia, con el fin de mejorar la capacidad adaptativa de grupos rurales ante las amenazas y oportunidades del cambio climático.

Nuestro reto es trabajar desde métodos participativos con grupos de ciudadanos comprometidos con el desarrollo de sus comunidades en cuestiones de ciencia y tecnología. El tema escogido es el de la adaptación al cambio climático, pero lo verdaderamente importante a trabajar es la cuestión de fondo que subyace: animar a científicos a colaborar con representantes de las comunidades, quienes tienen la oportunidad de jugar un papel central, de compartir lo que saben y opinar sobre algunas prioridades en su comunidad. Queremos que las propuestas nazcan de ellos, pues consideramos que son los verdaderos expertos locales.

P: ¿En qué consiste esta filosofía de la ciencia abierta y colaborativa?

La ciencia abierta y colaborativa supone el acceso, la difusión y la producción de conocimiento a todos los niveles de la sociedad y reconoce la pluralidad de los saberes.

En concreto, con este proyecto buscamos lograr un proceso científico más abierto y, por ende, más útil para impulsar el desarrollo de la sociedad, trabajando por la democratización del conocimiento para que fluya más libremente. Creemos que el conocimiento es de todos y, para ello, el valor de la colaboración es esencial.

YouTube: Bosques modelo, sumando voluntades

Los Bosques Modelo, como concepto, está ligado a la gobernanza participativa y a la cultura de la colaboración, podríamos definirlo como plataformas sociales multisectoriales participativas. Es algo que no es tan fácil de llevar a la práctica, pero trabajamos en ese sentido. Creo que los Bosques Modelo proporcionan una buena base y la inspiración necesaria para explorar fórmulas de investigación participativa.

P: ¿Cuáles diría que son sus claves de éxito?

Considero que la investigación participativa es algo relativamente nuevo dentro de la red de Bosques Modelo (RIABM), algo que estamos intentando promover. En todos los territorios existe una universidad o centro de investigación y nos gustaría mejorar ese vínculo o colaboración entre la institución académica y la sociedad. Nos parece que las plataformas de Bosques Modelo, a pesar de sus debilidades, son ideales para esto.

Desde nuestra experiencia, el concepto es el que nos sirve para orientar nuestras acciones desde una perspectiva de diálogo de saberes. Y podríamos destacar dos elementos clave:

  • El respeto hacia la diversidad de saberes y puntos de vista. Hoy no hace falta tener un Doctorado para hacer ciencia, todos pueden contribuir a ella, niños, mayores, gente con diversas formaciones, etc., lo que sí hace falta es interés, compromiso, motivación y un mínimo de curiosidad científica.

  • El empoderamiento de grupos rurales. En realidad, no estamos inventando nada porque los métodos participativos ya existen desde hace mucho tiempo Pero nuestro objetivo es revisitar ese concepto, y mostrar que los científicos no profesionales, y en particular comunidades rurales, pueden también contribuir a la ciencia y que sus ideas pueden y deben ser tomadas en consideración.

En definitiva, es fundamental actuar a escala local cuando hablamos de desarrollo y esto lleva tiempo. Todo proceso social y dinámica de transformación requiere de un medio y largo plazo para provocar cambios, y éste es nuestro gran desafío, porque a la escala a la que estamos trabajando ahora solo podemos pretender plantar unas semillas.

P: ¿Cómo surgió la posibilidad de desarrollar un proyecto de estas características?

Adoptamos esta filosofía como parte de una red internacional que comparte una misión más amplia: buscar maneras de contribuir a reducir el desbalance entre Norte y Sur para lograr una cultura científica más justa a nivel mundial. Esta red se llama OCSDNet o “Open & Collaborative Science in Development Network”, y está financiada por el IDRC de Canadá y el Ministerio de Desarrollo Internacional del Reino Unido, y coordinada por iHub (Kenya) y la Universidad de Toronto, Scarborough (Canadá). Como parte de esa red, se han financiado otros 12 proyectos como el nuestro en diversos países en desarrollo.

En OCSDNet todos tenemos ideas y enfoques diferentes con relación a la Ciencia Abierta e intentamos compartir nuestras ideas y conclusiones para avanzar en la construcción colectiva de conocimientos y experiencias. En el caso de nuestro proyecto en concreto, la entidad ejecutora es CATIE, (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza), en colaboración con socios como la Red Iberoamericana de Bosques Modelo (RIABM) y la Universidad Tecnológica de Pereira.

P: ¿Cuáles han sido las actividades más destacadas que han desarrollado?

El mayor esfuerzo se ha centrado por ahora en los actores participantes. Por ejemplo, uno de los primeros pasos fue seleccionar varios actores a través de las plataformas de Bosques Modelo. Elegimos actores de varias comunidades, con perfiles diferentes, de zonas diferentes, de asociaciones diferentes, para enriquecer el intercambio. Gente que no acostumbra a trabajar junta y que tienen experiencias diversas. En el caso de Costa Rica, también se habían llevado a cabo unos grupos focales anteriormente para conocer mejor las comunidades.

Después, iniciamos un proceso de talleres participativos de intercambio, capacitación y creación. Ya hemos realizado dos talleres en Colombia y estamos preparando el segundo en Costa Rica. El proyecto ha ido evolucionando muchísimo desde que se aprobó y eso es también lo interesante, otra consecuencia de la apertura: dejar que la implementación de proyectos de desarrollo como estos sea flexible, adaptable a las circunstancias, sin un programa demasiado estricto. Hemos organizado incluso actividades como un Seminario sobre Ciencia Abierta en la Universidad Tecnológica de Pereira (Colombia) como actividades complementarias al proyecto.

Además, seguimos conectando con la red internacional OCSDNet. En febrero, nos reuniremos todos en Bangkok para discutir sobre los desafíos y actividades que se pueden llevar a cabo como red, a nivel mundial.

En nuestro caso, esperamos poder seguir promoviendo la ciencia abierta en comunidades rurales de América Latina en los próximos años, y estamos trabajando duro y buscando nuevas alianzas para que estas primeras semillas de innovación puedan dar sus frutos.

Más información: Bosques Modelo , y pueden contactar con Josique Lorenzo Lemire a través de su correo electrónico: josique@catie.ac.cr

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